The call of death is the call of love.

Echas la vista atrás y piensas ¿Y si hubiera hecho las cosas de otra manera? ¿Y si no me hubiera equivocado tantas veces? Esquematizas cada momento en tu cabeza, cada segundo de tu vida, te enredas entre las ideas, los pensamientos, las posibilidades, intentas buscar un mecanismo que te lleve a entender el como has sido consumida por las llamas, pero ya es tarde, no hay retroceso con las decisiones tomadas, no hay tiempo para los arrepentimientos, ni para las explicaciones, ya da igual cuanto lo sintieras o la de veces que te martirices pensando que pudo haber habido un futuro para ti, algo diferente, pero no te engañes, solo usas el futuro para escapar del presente.

Esas ganas de continuar con la vida comienzan a disiparse en cada sórdido amanecer de tu alma. Se termino la esperanza, se pinchó esa poca fe en ti y en la humanidad como si de un neumático a la deriva se tratara. Te ha abandonado tanta gente, con motivos y sin ellos, que hasta tus ganas de luchar y vivir pretenden hacer lo mismo, no quedan razones, y si las quedan no son suficientes para ti, ya no, no esperes una luz al final del túnel, ni despertar de un terrible sueño, esto es la realidad, oscura y lúgubre, quizás tu la hiciste así o tal vez alguien empaño tu mundo con esa desesperación que te arrolla, pero te repito, es tarde, solo te queda terminar con tu último aliento y esperar a que la muerte te roce con sus tentadores labios. Quizás esa tampoco fue la decisión correcta pero ya no lo sabrás, has elegido....

Es tan amargo el sabor de las decisiones erróneas y tan ácido el reconocer que quizás nunca hubo decisiones correctas, que tu destino fue escrito y que no hay bien posible para ti, y hubieras querido correr, pero al igual que Perséfone al ser raptada por Hades, tu destino era ser arrastrada por la fuerza hacía el mismísimo infierno.

Pero a ti nadie te va a rescatar de ahí, tu no tienes un zeus particular, eres solo oscuridad.