Mírate




Mírate, estas rota, destrozada, eres como una muñeca de porcelana hecha añicos, apenas te mantienes en pie, no te quedan fuerzas y tropiezas a cada pequeño paso, estas fría, tus manos son la personificación del invierno y tus dientes no dejan de carraspear . Pero mírate, estas pálida, te falta color, desprendes muerte, y tu cuerpo... tan escuchimizada, es como si fueras a desaparecer o a romperte en cualquier momento. Tu aura es una combinación de soledad, angustia, culpa y la esperanza al ras del suelo; no sonríes de verdad, ya no hay rastro de aquel hoyuelo que sobresalía en tu cara al esbozar una sonrisa, tu voz sigue siendo cálida pero esta apagada ¿De verdad eres tú? ¿Qué te ha pasado? Donde quedó esa luz que irradiabas, esa esperanza y calidez que emanaba tu blanca piel... Que habrá sido de ti, de tu ser, de lo que eras, de lo que solías ser, ¿A donde ha ido? Ni tu lo sabes. Apuesto a que ya no eres capaz de mirarte en el espejo, tu propio reflejo te asusta, no te ves a ti, ves una completa desconocida con magulladuras y cortes y desearías romper el espejo para que se fuera pero no funcionaria, no es el espejo, eres tú misma, y de poco valdría intentar destruirte, ya estas todo lo rota que puedes estar. Eres inservible, como un reloj que no da la hora o un mechero que no prende.

¿Cuándo dejaste de creer en cuentos de hadas y empezaste a ver la realidad? ¿Cuándo fue que perdiste el norte? ¿Cuándo comenzó todo a ir realmente mal? ¿Cuándo surgió ese punzante dolor encadenado en tu pecho? 

Comentarios

Entradas populares